lunes, 17 de agosto de 2015

El Manual de Medicina del Deporte de Oxford y sus sentencias para 2020.





En este prestigioso manual publicado por la aun mas prestigiosa Universidad de Oxford, Inglaterra, editado en 1998,  se afirma en su página 30 que:
“En los países desarrollados es probable que la falta de ejercicio y el consumo de alcohol y tabaco generen una catástrofe sanitaria hacia el año 2020”
El texto comienza con la afirmación de que:
“Los beneficios para la salud que se obtienen con la práctica de ejercicio regular están bien documentados (reducción de enfermedad coronaria, hipertensión arterial, diabetes no insulinodependiente, cáncer de colon, ansiedad, depresión, mortalidad) y todo médico responsable lo recomienda como ‘la forma más sencilla para conservar la salud’.( Birrer RB. 1994. Sports medicine for the primary care physician. 2.ª ed. p v. CRC, Boca Raton)
En el manual se citan las siguientes cifras preocupantes: Menos del 50% de la población infantil entre 10 y 17 años hace ejercicio con regularidad, y más del 80% de la población con más de 65 años no practica ningún deporte.( Bloomfield J. y cols. 1995. Science and medicine in sport. 2.ª ed. pág. xiii. Blackwell Science.)
Luego pasa el Manual a apuntar su fatal pronóstico.
En los países desarrollados es probable que la falta de ejercicio y el consumo de alcohol y tabaco generen una catástrofe sanitaria hacia el año 2020.
Para dar firmeza a la afirmación, cita un trabajo de Murray CJL, López AD. 1996. Evidence-based health policy–Lessons from the Global Burden of Disease Study Science. 274, 740-3.
Los autores del Manual son Eugene Sherry, Stephen F. Wilson, Lawrence Trieu y Sameer Viswanathan, colaboradores de Oxford University Press.
En la  Pag. 35, se afirma que la activación física y el deporte “Puede modificar factores de riesgo (es decir, proteger el cuerpo) al permitirnos y animarnos a:
reducir el consumo de alcohol y tabaco,
evitar la inactividad física,
evitar la necesidad de consumir drogas ilegales,
prevenir la hipertensión y la depresión (documentadas).
De hecho, los beneficios del deporte van más allá y permiten proteger el medio ambiente. Si el propósito del deporte es mejorar nuestra salud, entonces es irracional y peligroso hacer ejercicio en un ambiente contaminado (el medio ambiente es el principal determinante de nuestra salud: alimentos, agua, aire limpio)”.
Varios organismos internacionales han publicado declaraciones para estimular la actividad física. Por ejemplo la Organización Mundial de la Salud, en el documento: Actividad Física: hoja informativa 1 de 5; enero de 2002 apunta:
El concepto de activación física ha existido durante siglos, pero no es sino en los últimos veinte años que la ciencia se ha puesto al día con él. Pruebas irrefutables muestran que quienes llevan una vida activa son más saludables, viven más tiempo y tienen una mejor calidad de vida que las personas inactivas. La actividad física ayuda a evitar o retardar la manifestación de algunos de los flagelos de salud que prevalecen en el mundo de hoy, incluyendo las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, la osteoporosis, el cáncer de colon, y las complicaciones de salud asociadas con el sobrepeso y la obesidad. Además, un estilo de vida activo también mejora el estado de ánimo, alivia la depresión y facilita el tratamiento del estrés. A largo plazo, la actividad física puede mejorar la autoestima, la agilidad mental y aumentar la interacción social”.
Según la Organización Mundial de la Salud, para un adulto promedio con vida sedentaria, 30 minutos de actividad física de intensidad moderada, todos o casi todos los días, será suficiente para obtener beneficios de salud. Es más, esos 30 minutos pueden acumularse durante el transcurso del día en episodios pequeños de actividad o ejercicio. No es necesario practicar deportes vigorosos, pertenecer a un gimnasio costoso o adquirir equipo especial para lograr resultados positivos de salud.
Los niños deben participar en actividades físicas propias de su edad por lo menos 60 minutos diarios, destacando que esta puede ser acumulada, es decir en sesiones de 15 a 30 minutos a los largo del día, obteniendo los mismos beneficios que de manera continua. ( Organización Mundial de la Salud: Actividad Física: hoja informativa 1-5; enero de 2002).
Algunos países han actuado acordes a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
En Argentina apuntan:
“Se afirma que la actividad física es una condición necesaria para una vida saludable y prolongada; prepara para el ejercicio de un trabajo decente, productivo y de calidad; promueve el dominio de sí mismo, buscando superarse; estimula una sana competencia, crea lazos de solidaridad y de amistad y, en suma, contribuye al desarrollo humano.
Todo esto justifica la adopción de una política de Estado, con una perspectiva de mediano y largo plazo, para resignificar y desarrollar la actividad física, democratizando su acceso a toda la población, movilizando a los actores sociales y articulándola con las políticas de educación, salud y trabajo. El país dispone de los profesionales para llevarla a cabo”. (Las relaciones entre la actividad física, el trabajo y la salud. Julio César Neffa publicado por el Ministerio de Desarrollo Social, Presidencia de la Nación. República Argentina, 2014).

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